Diario de una Inmigrante I: Mis primeros trabajos

septiembre 08, 2019

Llegué a España a finales de enero de 2019. Mi plan era quedarme en Madrid, pero como todo lo que tiene que ver con mudarse de país, no fue así. Por cosas de la vida terminé en Córdoba, una ciudad muy pequeña de Andalucía, en el sur de España. 

Apenas 2 semanas después de haber llegado creí que había conseguido un trabajo, fui a una entrevista en una oficina casi a las afueras de la ciudad, el trabajo era de "comercial" y yo no tenía ni idea de qué se trataba. Me fui con una de las mujeres encargadas a ver cómo era el trabajo. La muchacha era médico venezolana y tenía trabajando de comercial desde que llegó a España, un año aproximadamente.

Los comerciales, básicamente, se encargan de fastidiar a todo el mundo para que compren productos o servicios. Es lo que llaman "street marketing", que a mi parecer es algo anticuado y muy molesto, sin embargo, ellos dicen que funciona y si a estas alturas de evolución digital lo siguen haciendo, supongo que algo habrá.

No acepté el trabajo. En las condiciones plantearon que yo no iba a tener sueldo base ni ningún tipo de contrato, solo iba a ganar por ventas cerradas y trabajaría todo el día caminando y, literalmente, fastidiando gente. Así que me di una oportunidad de conseguir algo mejor. No me arrepiento pues la empresa cerró semanas después y todos los comerciales quedaron en la calle.

Conseguir algo mejor supuso una larga espera

Después de eso, empecé a formarme en una academia de baile para darle clase a niños. Iba todos los días a apoyar y aprender nuevas técnicas para las clases. Yo no era, ni estaba cerca de serlo, la profesora favorita de los niños. Hablaba poco, a veces no comprendían porqué no hablaba como ellos, etc. Aún así, logré dar dos clases a la semana, con las que ganaba 20 euros, 80 al mes. 



Además, las dueñas de la academia me ofrecieron dinero para repartir publicidad en los colegios y atraer a más alumnos. Con eso hacía 5 euros por colegio y solo iba a uno al día, cuando podía ir. 

Un día, en la misma academia, me ofrecieron animar un evento, así que, con todo el miedo del mundo pues nunca había animado en mi vida, lo acepté. Me sentí muy bien, a ellos les gustó, al público también (o eso creo) y yo descubrí algo nuevo que podía hacer. Pero no pasó de ahí.



Las oportunidades comenzaron a aparecer


A finales de junio, después de 5 meses de búsqueda y gracias a una persona conocida que me recomendó, conseguí un trabajo de dependienta (vendedora) en una tienda de bisutería y ropa del centro de la ciudad. Me pagaban 15€ por 6 horas de trabajo y no cotizaba en la seguridad social. ¿Está bien? No, pero fue mi primera oportunidad de generar ingresos constantes.




En paralelo a eso y gracias a un proyecto de la Cruz Roja al que ingresé meses atrás, comencé a ir a un curso de camarera de catering en un hotel, de lunes a viernes de 9 am a 2 pm, de ahí salía corriendo a almorzar para llegar a la tienda a las 3:30 pm y salir, si corría con suerte a las 9:30 pm, si no, terminaba la jornada a las 11:30 pm, eran más de 10 horas



Sí, era una locura, dormía poco, comía poco, no tenía tiempo libre más que unas pocas horas los fines de semana y alguna tarde que pedía libre en la tienda. En mi tiempo libre cocinaba para dejar cosas listas, limpiaba y lavaba la ropa, hacía mercado y trataba de hacer alguna actividad para variar. 

En ese punto, sabía que podía narrar noticias, que podía salir en vivo, que podía bailar frente a miles de personas, que podía hacer doblaje y adaptar mi voz a comerciales, que podía redactar pero no sabía que podía vender algo, llevar una bandeja cargada de copas de vino, poner mesas para banquetes o tomar correctamente una comanda. 

De salir todos los días narrando noticias de mi país en vivo pasé a aprender a repasar y pulir copas y vajillas, cargar la bandeja y vender filigrana cordobesa

Todos los días me encargo de darme ánimo, de ver el vaso medio lleno, de ser positiva y de seguir buscando porque algún día, la suerte me tiene que tocar a mi


Coninuará en otro post... 

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